Bob Esponja: “Christmas Who?”
(02×08, 2000)
Por: Pablo «Alga» Rojas

El octavo episodio de la segunda temporada de Bob Esponja es, sin duda, uno de los más recordados de la serie por justas razones. Arenita le cuenta al protagonista sobre la Navidad y, claro, él se entusiasma ante la mera existencia de Santa Claus, contagiando la alegría a todo Fondo de Bikini, excepto a uno: Calamardo.
No quiero spoilear mucho para quienes no lo hayan visto, pero el plot twist del final del episodio es uno de los momentos más conmovedores de toda la serie, convirtiendo a este especial navideño en uno de los mejores episodios.
Hay varios momentos graciosos durante el capítulo, un clásico de la que para mí es la mejor temporada de toda la serie, y la inocencia de Bob Esponja ante este nuevo acontecimiento te hace sentir identificado.
The Office: “Christmas party”
(02×10, 2005)
Por: Aldo Vidal

Este capítulo de The Office fue, sin duda, el momento en que me enamoré de la serie. ¿Por qué? Porque captura a la perfección un rito navideño universal que cualquier trabajador de oficina ha sufrido: el amigo secreto. Esa tradición donde te obligan a regalarle algo barato a un compañero que apenas conoces, mientras intentas fingir alegría y un espíritu de camaradería que no existe.
Lo genial de este episodio es que toma esa dinámica incómoda y la lleva al extremo. Pero al mismo tiempo, retrata casi como un documental lo que vivimos todos los años: regalos de última hora (incluso reciclados sin pudor), cosas hechas a mano, alguien que se pasa tres pueblos y compra algo carísimo, y esa pobre alma que se esfuerza demasiado en dar algo significativo, sin que nadie lo aprecie.
Por supuesto, en el centro del caos está Michael Scott, el peor-mejor jefe de la TV. En un arrebato de culpa navideña tras recibir un bono por despedir empleados (uno de los incentivos más perversos de la industria laboral), decide comprar un iPod como regalo, rompiendo el presupuesto establecido. Pero cuando él recibe un mitón tejido por Phyllis cambia las reglas y cada uno en la oficina puede “robar” el regalo del otro.
Lo que sigue es un espectáculo triste y divertido: compañeros peleando por el iPod, miradas asesinas, frustración colectiva y, por supuesto, Angela tratando de mantener el orden como la Grinch del comité organizador (otro clásico en cualquier ofis).
El corazón del episodio está en Jim y su desesperado intento por asegurarse de que Pam reciba su regalo: un gesto dulce y cuidadosamente planeado que, obviamente, queda eclipsado por el caos a su alrededor. Todo se resuelve con alcohol, drama, y personas traspasando los límites. Es decir, un fin de año típico en cualquier oficina del mundo. ¿Cómo no amarlo?
Los Simpson: “The Simpson’s Christmas Special”
(1×01, 1989)
Por: Judith Herrera

Reconocer a Homero o Bart Simpson es parte de ese conocimiento de cultura pop que también ayuda a saber que Darth Vader es el padre de Luke Skywalker, aún si nunca has visto un capítulo. Los Simpson son ya un cimiento cultural con un gran legado de humor gracias a sus 35 años al aire.
Y si bien hoy la calidad ha bajado y las historias parecen repetirse sin mucho corazón pero sí flanderización, hubo una época dorada que no solo nos regaló frases que repetimos hasta el cansancio, sino que originó el cariño que le tenemos a esta familia tan disfuncional.
Por ese cariño vale la pena ver —o repetirse—, el especial de Navidad con el que se inició la serie en 1989 y con la que conocemos a las primeras versiones de Homero, Marge, Bart, Lisa y Maggie. Un capítulo donde vemos los cimientos de lo que serán las futuras aventuras: Bart causando problemas que deben ser resueltos por otros; Homero, en un trabajo que odia; Marge, siendo una voz cansada de la razón; y Lisa, la chica más talentosa, y sabelotodo, de la familia.
El episodio muestra también facetas que después serían abandonadas de a poco por los guionistas como la inocencia infantil de Lisa, quien ya en las temporadas siguientes es casi un mini adulto. Pero algo que rescato, y mucho, es el sentimentalismo que tiene el argumento con la Navidad de fondo y la importancia de los regalos que son más que dinero gastado.
Se trata de ese algo que ha hecho, o al menos hizo, a los Simpson excepcionales: sí, muy problemáticos e incluso estúpidos, pero, al final del día, siempre queriéndose mucho entre ellos. Es ese corazón lo que hace especial a este capítulo y a tantos otros de las primeras temporadas.
Azumanga Daioh: “End of 2nd Semester and Christmas”
(01×17, 2002)
Por: Pablo «Alga» Rojas

Este capítulo de Azumanga Daioh por sí me parece un especial raro de hablar porque no es un capítulo navideño como los muchos que abundan. Acá no hay un viaje épico ni te enseñan el verdadero significado de las fiestas, sino que ves a un grupo de amigas estando juntas, saliendo, pasándolo bien, todo esto en contexto festivo.
El episodio 17 de Azumanga Daioh se divide en varios segmentos y no todos hablan de la fiesta, no es hasta la segunda mitad que se concentran en la Nochebuena, comenzando con el saludo de la siempre distraída Osaka, que a estas alturas se ha transformado en un meme dentro del fandom que cada vez que lo veo me mata de ternura.
Luego hay momentos memorables como la discusión sobre la existencia de los renos (sí, una de las chicas literalmente cree que los renos son animales ficticios, uno de los momentos más graciosos del capítulo); Chiyo, la menor del grupo, dice que sabe que Santa Claus no existe, Sakaki imagina al padre de esta última en ese rol (con un chiste recurrente de la serie donde ella cree que es un gato).
Y por supuesto, la junta de karaoke en la fiesta de Navidad, donde se demuestra que tanto Osaka como Sakaki son las mejores voces que puedes oír (no así la pobre Yomi) para luego salir a ver la nieve.
Azumanga Daioh es de esos slices of life con cierto absurdo que se disfruta tanto por sus memes como por su historia tan básica pero funcional, y este “especial navideño” es un cariño al alma, tan bueno como sus episodios playeros, de festivales y sobre todo, su memorable arco de los exámenes finales (Actualmente puedes verla completa en YouTube, así que ve y hazlo).
La Navidad de Charlie Brown
(1965)
Por: Judith Herrera

Esta junto con Qué bello es vivir (Frank Capra 1946) son mi mayor placer televisivo durante Navidad (mención especial para El regalo prometido). Y es que de por sí Charlie Brown, Snoopy y la pandilla son excelentes dibujos animados, pero este especial navideño captura la esencia de lo que es el show y, sobre todo, la infancia y las inseguridades propias de aquella época.
La historia sigue a Charlie Brown, quien se siente desilusionado por el consumismo de la temporada y busca el verdadero significado de la fiesta. A través de la búsqueda de un árbol de Navidad auténtico, la película nos recuerda la importancia de la amistad, la comunidad y la simplicidad.
Su animación única y su excelente banda sonora, compuesta por Vince Guaraldi, han dejado una huella duradera, convirtiéndola en un hito cultural que sigue resonando con nuevas generaciones y es que, los problemas de Charlie siguen siendo igual de vitales hoy.
Community: “Abed’s Uncontrollable Christmas”
(02×11, 2010)
Por: Alex Miranda Henríquez

Nadie me va a sacar de la cabeza que Community es una de las mejores sitcom que se ha creado, o al menos la que más propuso en su momento para avanzar el género. Si bien a la primera temporada le cuesta un poco despegar (algo que también le pasó a The Office US) eventualmente encuentra pie en su segunda y tercera temporada, las que tienen algunos de los mejores ejemplos de lo increíblemente graciosa y emotiva que puede llegar a ser la serie.
Ahora, y tomando la oportunidad que nos da este especial navideño, llega la oportunidad de recomendar “La Navidad incontrolable de Abed”, el especial navideño de la segunda temporada y el que probablemente es uno de los capítulos más recordados del show.
Utilizando la estética claymotion que muchos especiales navideños gringos usan —como por ejemplo Rudolph the Red-nosed Raindeer — muestra el trauma que está viviendo el personaje Abed, que desde el comienzo ha usado tropos televisivos para afrontar la realidad.
Rápidamente el capítulo se convierte en una historia de cómo, al igual que los especiales navideños, el protagonista (en este caso Abed) debe enseñarle al resto el verdadero significado de la navidad. Pero a diferencia de la televisión, en este caso la realidad logra vencer a nuestro personaje principal, que no puede seguir evadiendo la realidad de su trauma.
El final es probablemente uno de los momentos más emotivos que una comedia pueda darnos. Todos los personajes, con sus pros y contras sobre la navidad, se unen en una canción que termina con la siguiente conclusión: La navidad no tiene significado, sino que uno le da el significado. Mientras vivamos nuestras fiestas de la forma en que queremos, con la gente que queremos, el espíritu navideño siempre estará con nosotros.